Hola a todos.
Simplemente quiero contaros la experiencia que he vivido la pasada noche del viernes en el pantano de Valmayor, para que juzguéis y valoréis si es normal y a lo que nos enfrentamos.
He descubierto un sitio y un cebo que en sesiones de 24 h. me está dando buenos resultados en este pantano. No saco carpas de más de 6-7 kg, pero si se sacan bastantes piezas y te entretienes.
Suelo ir los viernes a última hora y me retiro el sábado a última hora también.
Como se perfectamente que yo incumplo la norma de pescar de noche, intento ser lo más discreto posible, lo cual quiere decir que no dejo ningún coche en las inmediaciones y el uso de la linterna lo limito todo lo que puedo.
Hasta el pasado viernes normalmente no me encontraba con ningún pescador “cerca” del puesto en donde me pongo, pero este último día, al llegar me encontré con una manada de rumanos. (Lo siento pero no encuentro otro calificativo que los defina mejor) a unos 30 m. de donde me suelo poner. Tenían 8 cañas echadas, una barca hinchables, una tienda, una mesa de campo, numerosas neveras (luego supe lo que tenía dentro), 2 coches aparcados muy cerca en una zona prohibida y se estaban bañando. También estoy casi seguro, que cuando llegara el momento de irse, dejarían toda la mierda allí.
Después de meditar un rato si me ponía o no en “mi sitio”, decidí hacerlo con la esperanza que al empezar a anochecer se fuesen (tan solo porque no hubiera coches en la zona ya que son el indicativo claro que hay gente) y comencé con mis preparativos para pescar.
Lamentablemente no se fueron y al empezar la noche comenzó el festival. Estos besugos, empezaron (o continuaron) bebiendo, curiosamente cada vez hablaban más alto, seguían bañándose y usaban unos focos que perfectamente podrían iluminar un recinto deportivo.
Evidentemente, la sensación de paz y tranquilidad que tengo mientras pesco de noche, este día no la disfrutaba, pero la cosa no iba a quedar ahí. Como era de suponer, a eso de la 1 de la noche y como consecuencia lógica de la que estaban formando, aparecieron dos vigilantes del canal de Isabel II (que según me enteré después, son los que patrullan este pantano). Con mucha educación les comentaron las numerosas irregularidades que estaban cometiendo (bañarse, pescar de noche, acampar, navegar, estaciones los coches…) y con mucha desvergüenza y borrachos…. NO LES HICIERON EL MAS MÏNIMO CASO!!!!.
Los vigilantes se retiraron diciéndoles que ellos no iban a discutir más y que llamarían a la guardia civil. Acto seguido, debieron advertir mi presencia y se acercaron a mi. Me dijeron que no se podía pescar de noche, que mi Quechua de 2” tenía que retirarla y que en rigor, no se debe ni permanecer de noche allí. Aunque ellos solo me estaban informando (sin mayor potestad como me dijeron), mis principios y mi educación me obligaban a, primero ser educado, y segundo a obedecer (sobre todo porque tenían razón). También les dije, mientras retiraba las cañas y el iglú, que yo no tenía vehículo cerca y que tendría que molestar a algún familiar para que me viniese a recoger, solicitándoles por tanto, si me podía quedar allí o un poco retirado. Intuyo que al haberme comportado como una persona normal y al haberles mostrado respeto y cortesía, me dijeron que podrían en su informe mi comportamiento y las fotos que sacaron recogiendo mis bártulos, y que me quedara allí hasta que llegará la guardia civil.
Bueno, para no prolongar esto mucho más, voy a ir acabando, que ahora viene lo bueno.
A las 3 horas más o menos, por fin aparece la guardia civil con los vigilantes. De manera curiosa (a mi entender) se dirigen a ellos con un buen rollo impresionante, tratándoles de chavales (alguno pasaba de los 40) y con un tono casi de colegas. En líneas generales, les van diciendo todo lo que están haciendo mal y que tienen que dejar de pescar, recoger y sacar los coches. A cada cosa que les dice la guardia civil, ellos les ponen alguna pega o les rebaten, que si no lo saben, que porque no se puede, que van borrachos y no pueden conducir, que a que hora pueden volver a pescar….
Después de casi media hora de esta patética discusión y sin que la autoridad, mostrase eso, autoridad, los guardias terminan diciendo que están de buenas, que no les quieren denunciar, que en media hora van a volver y que quieren que ya no estén allí. Les dan media hora para recoger todo y sacar los coches, sino les denuncian.
En ese momento tanto la guardia civil y los vigilantes se van. (entiendo que dado mi comportamiento el vigilante no advierte a la guardia civil de mi presencia y no se acercan a mi que continuaba sin pescar y a la espera).
Yo sigo esperando (como un iluso) a que terminen de recoger, y cual es mi sorpresa que a los 3-4 minutos oigo como vuelven a echar las cañas y continúan con la fiesta.
Pues aunque parezca triste, aquí acaba la historia, ya que de manera incomprensible la guardia civil no volvió y ellos siguieron hasta las 7 de la mañana con su saraó, hora en que debieron caer rendidos y se pusieron a dormir.
Hubo más detalles y cosas, incluso se acercaron a mi por la noche, diciendo que volviera a echar las cañas que no pasaba nada. Después de despertarse siguieron bañandose…..etc…etc... pero si cuento todo esto se va a hacer más infumable de lo que ya es… jeje
¿A alguien más le parece triste, inaceptable, lamentable y patético?
¿Por qué hace esto la guardia civil?
¿Realmente estas personas merecen nuestro respeto y tolerancia?
Saludos y espero no haberos aburrido mucho.
Simplemente quiero contaros la experiencia que he vivido la pasada noche del viernes en el pantano de Valmayor, para que juzguéis y valoréis si es normal y a lo que nos enfrentamos.
He descubierto un sitio y un cebo que en sesiones de 24 h. me está dando buenos resultados en este pantano. No saco carpas de más de 6-7 kg, pero si se sacan bastantes piezas y te entretienes.
Suelo ir los viernes a última hora y me retiro el sábado a última hora también.
Como se perfectamente que yo incumplo la norma de pescar de noche, intento ser lo más discreto posible, lo cual quiere decir que no dejo ningún coche en las inmediaciones y el uso de la linterna lo limito todo lo que puedo.
Hasta el pasado viernes normalmente no me encontraba con ningún pescador “cerca” del puesto en donde me pongo, pero este último día, al llegar me encontré con una manada de rumanos. (Lo siento pero no encuentro otro calificativo que los defina mejor) a unos 30 m. de donde me suelo poner. Tenían 8 cañas echadas, una barca hinchables, una tienda, una mesa de campo, numerosas neveras (luego supe lo que tenía dentro), 2 coches aparcados muy cerca en una zona prohibida y se estaban bañando. También estoy casi seguro, que cuando llegara el momento de irse, dejarían toda la mierda allí.
Después de meditar un rato si me ponía o no en “mi sitio”, decidí hacerlo con la esperanza que al empezar a anochecer se fuesen (tan solo porque no hubiera coches en la zona ya que son el indicativo claro que hay gente) y comencé con mis preparativos para pescar.
Lamentablemente no se fueron y al empezar la noche comenzó el festival. Estos besugos, empezaron (o continuaron) bebiendo, curiosamente cada vez hablaban más alto, seguían bañándose y usaban unos focos que perfectamente podrían iluminar un recinto deportivo.
Evidentemente, la sensación de paz y tranquilidad que tengo mientras pesco de noche, este día no la disfrutaba, pero la cosa no iba a quedar ahí. Como era de suponer, a eso de la 1 de la noche y como consecuencia lógica de la que estaban formando, aparecieron dos vigilantes del canal de Isabel II (que según me enteré después, son los que patrullan este pantano). Con mucha educación les comentaron las numerosas irregularidades que estaban cometiendo (bañarse, pescar de noche, acampar, navegar, estaciones los coches…) y con mucha desvergüenza y borrachos…. NO LES HICIERON EL MAS MÏNIMO CASO!!!!.
Los vigilantes se retiraron diciéndoles que ellos no iban a discutir más y que llamarían a la guardia civil. Acto seguido, debieron advertir mi presencia y se acercaron a mi. Me dijeron que no se podía pescar de noche, que mi Quechua de 2” tenía que retirarla y que en rigor, no se debe ni permanecer de noche allí. Aunque ellos solo me estaban informando (sin mayor potestad como me dijeron), mis principios y mi educación me obligaban a, primero ser educado, y segundo a obedecer (sobre todo porque tenían razón). También les dije, mientras retiraba las cañas y el iglú, que yo no tenía vehículo cerca y que tendría que molestar a algún familiar para que me viniese a recoger, solicitándoles por tanto, si me podía quedar allí o un poco retirado. Intuyo que al haberme comportado como una persona normal y al haberles mostrado respeto y cortesía, me dijeron que podrían en su informe mi comportamiento y las fotos que sacaron recogiendo mis bártulos, y que me quedara allí hasta que llegará la guardia civil.
Bueno, para no prolongar esto mucho más, voy a ir acabando, que ahora viene lo bueno.
A las 3 horas más o menos, por fin aparece la guardia civil con los vigilantes. De manera curiosa (a mi entender) se dirigen a ellos con un buen rollo impresionante, tratándoles de chavales (alguno pasaba de los 40) y con un tono casi de colegas. En líneas generales, les van diciendo todo lo que están haciendo mal y que tienen que dejar de pescar, recoger y sacar los coches. A cada cosa que les dice la guardia civil, ellos les ponen alguna pega o les rebaten, que si no lo saben, que porque no se puede, que van borrachos y no pueden conducir, que a que hora pueden volver a pescar….
Después de casi media hora de esta patética discusión y sin que la autoridad, mostrase eso, autoridad, los guardias terminan diciendo que están de buenas, que no les quieren denunciar, que en media hora van a volver y que quieren que ya no estén allí. Les dan media hora para recoger todo y sacar los coches, sino les denuncian.
En ese momento tanto la guardia civil y los vigilantes se van. (entiendo que dado mi comportamiento el vigilante no advierte a la guardia civil de mi presencia y no se acercan a mi que continuaba sin pescar y a la espera).
Yo sigo esperando (como un iluso) a que terminen de recoger, y cual es mi sorpresa que a los 3-4 minutos oigo como vuelven a echar las cañas y continúan con la fiesta.
Pues aunque parezca triste, aquí acaba la historia, ya que de manera incomprensible la guardia civil no volvió y ellos siguieron hasta las 7 de la mañana con su saraó, hora en que debieron caer rendidos y se pusieron a dormir.
Hubo más detalles y cosas, incluso se acercaron a mi por la noche, diciendo que volviera a echar las cañas que no pasaba nada. Después de despertarse siguieron bañandose…..etc…etc... pero si cuento todo esto se va a hacer más infumable de lo que ya es… jeje
¿A alguien más le parece triste, inaceptable, lamentable y patético?
¿Por qué hace esto la guardia civil?
¿Realmente estas personas merecen nuestro respeto y tolerancia?
Saludos y espero no haberos aburrido mucho.